domingo, 2 de marzo de 2008

Más evidencia: la caída de las barreras antárticas

Todo comenzó el 28 de enero de 1995 cuando colapsó en apenas unas horas la barrera de Larsen A, de unos 1.600 kilómetros cuadrados y hasta 300 metros de espesor.

Las barreras son plataformas de hielo que fluyen sobre el mar. La causa fue muy simple: había aumentado la temperatura a niveles nunca vistos. En la base argentina Marambio, la más cercana al lugar, se habían registrado ese verano temperaturas bastante por encima de cero grado: fue el verano más cálido registrado hasta ese momento.

El siguiente desastre sobrevino en el 2002. Entre el 31 de enero y el 17 de febrero se desintegró la barrera Larsen B. Colapsaron casi 800 kilómetros cuadrados de hielos de un promedio de 230 metros de espesor, de los cuales sólo unos 30 metros emergían del agua. Otra vez, se estaban batiendo los récords de calor. Claro que no fue sólo el calor. También está la lluvia. Hasta hace unos 20 años aquí sólo nevaba. Pero ahora en la península antártica llueve casi todos los días y eso hace que los glaciares se derritan.

Si toda esa agua dulce, los 32 millones de metros cúbicos de hielo que cubren la Antártida, se derritieran, el mar podría crecer entre 7 y 70 metros. Lo suficiente como para sumergir, por ejemplo el Delta del Paraná, Puerto Madero o Manhattan.

Referencias:

http://www.clarin.com/suplementos/zona/2008/03/02/z-03415.htm

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Primeros/cambios/biologia/antartica/elpepisoc/20070226elpepisoc_1/Tes

http://axxon.com.ar/not/123/c-123InfoAntartidasederrite.htm