Cada año, llegan a Rotterdam (el puerto Holandés más grande del mundo) barcos procedentes de la Argentina que transportan dos millones y medio de toneladas de frutas, granos y aceite de soja. Las exportaciones locales que pasan por este puerto podrían incrementarse a casi 4 millones, todo gracias a la exportación de biodiésel que hasta ahora no existía: comenzó hace sólo unos pocos meses.Los primeros embarques salieron desde Ecofuel, una planta de biodiésel de Puerto General San Martín, perteneciente a Aceitera General Deheza y Bunge. También empezó a exportar la fábrica Renova que construyeron las cerealeras Glencore y Vicentín, que ya exportan 30.000 toneladas de biodiésel por mes. Además, hay otros cinco emprendimientos (de Eurnekian, Louis Dreyfus, Molinos y otros) que pronto llevarán la capacidad instalada a 1,7 millones de toneladas.
Para 2010 el biodiésel será obligatorio dentro del gasoil, en una proporción de 5%, que hoy equivale a unas 600.000 toneladas. Pero para entonces la capacidad instalada rondará los 2,2 millones de toneladas, de modo que quedará un enorme saldo exportable, que podría hacer pegar el salto del 50% en las exportaciones argentinas que pasan por Rotterdam.
De todas formas no todas son rosas: Europa está pagando mejor la tonelada del aceite de soja que la del biodiésel de soja. "Se paga más caro por el producto intermedio que por el producto final", dijo Molina.
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